VitoriA se escribe con A

No es casual que las estatuas que presiden la plaza más icónica de Vitoria tengan forma de mujer. La VictoriA AladA (representada en la imagen superior) corona el Monumento a la Batalla de Vitoria, y la matrona de la ciudad, la Vírgen BlancA, vigila desde su hornacina del pórtico de la Iglesia de San Miguel. La mujer vitoriana ha jugado un papel esencial en el desarrollo de la ciudad. 

Mujeres como la pedagoga MaríA de Maeztu Whitney, una de las mujeres mejor preparadas de su tiempo. La vitoriana dedicó toda su vida a la docencia de mujeres y estaba convencida de que la libertad estaba ligada con la educación. O ErnestinA de Champourcin, poetisa de gran belleza creativa, sensibilidad y compromiso social, que fue una de las componentes de La Generación del 27. Es conocido el gran elogio que recibió de Federico García Lorca, con su famoso «¡quién fuera Ernestina!». En 1989 recibió el Premio Euskadi de Literatura. Al año siguiente se creó en Vitoria el Concurso de Poesía que lleva su nombre.

VictoriA de AndA y Esquível fue otra mujer alavesa muy relevante que formó parte de la Corte de Inglaterra. Estuvo casada con Fernán López Escoriaza, vitoriano que llegó a ser médico de Enrique VIII y Catalina de Aragón, y también fue doctor del emperador Carlos V. Este gasteiztarra trajo al mundo a María de Tudor. Doña Anda y Esquível fue la encargada de organizar la recepción a los embajadores del Rey de Inglaterra que habían venido a Vitoria para entrevistarse con el emperador Carlos V, que se encontraba en el vecino Palacio de Montehermoso. El matrimonio, de valores humanistas, construyó el Palacio Escoriaza-Esquível en el Casco Viejo (parte inferior de la imagen).