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Kiosko de la Florida

Para muchos gasteiztarras no hay estampa más bucólica que pasear los días de nieve por el parque de la Florida. El silencio lo inunda todo y solo se ve alterado por el ruido de la nieve compactándose tras cada pisada. En Navidad, este parque se transforma en el belén más grande y bonito del mundo. 

Durante el verano, el Kiosko de la Florida es el punto de reunión para que los vitorianos senior con ganas de jarana puedan echarse unos bailables a ritmo de pasodobles y boleros. El parque de la Florida es el corazón más verde de la Green Capital. Es una visita obligada porque entre su trazado laberíntico se esconden algunos secretos como una gruta, un riachuelo, el Banco de los Enamorados o el Jardín Secreto del Agua.

Este parque, en el que se encuentra el Parlamento de los vascos, cuenta con 250 especies de árboles, muchos de ellos centenarios. Destaca el haya de hoja de helecho, el nogal negro americano, el Gingko o el cedro del Himalaya. El más curioso es un ejemplar de Cercis Siliquastrum, conocido como ´El Árbol del Amor´. Este sustituye a uno que murió en la década de los años 30 y que se decía en Vitoria que ayudaba a conseguir la querencia de la moza o el mozo anhelado. La tradición marca que hay que dar siete vueltas al árbol para encontrar pareja. 

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